PLAGAS

La mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum), es pequeña, midiendo entre 1 y 3 mm de largo. Está incluida dentro de la familia de los Aleyrodidae. Hay más de 1.000 especies diferentes de mosca blanca.

Tiene mucha facilidad para moverse por la huerta y el jardín. Puede producir graves daños en nuestros cultivos, ya que además de que succionan la savia de las plantas debilitándolas y provocando la aparición de clorosis, también propaga enfermedades (hongos y bacterias). Las larvas se fijan a las hojas como cochinillas y se alimentan de la savia, segregando también una sustancia azucarada de la que viven la las hormigas. La pérdida de savia provoca un descenso en el desarrollo de la planta, pocos frutos, incluso puede ocasionar que éstos y las hojas se sequen y se caigan. Las hojas atacadas por lo general se observan recubiertas por una sustancia algodonosa en su cara inferior, entre la cual se encuentran los adultos, las formas jóvenes y los huevos. Debido a la succión que hacen se forman manchas amarillas en las hojas y cuando el ataque es importante, caen.  Por si fuera poco, la mosca blanca, al igual que el pulgón, segrega una melaza que atrae a las hormigas y en la que prospera la negrilla.

La mosca blanca puede atacar a cultivos de tomates, tabaco, calabaza, berenjenas, calabacín, algodón, judías, melón, pepino, sandía y pimiento.

Uno de los signos que muestran las plantas que nos avisará de la presencia de mosca blanca es que las hojas tienen unos puntitos verdes más claros que el tono de la propia hoja. Su preferencia son los brotes y hojas jóvenes.

El ciclo de vida de las mosquitas blancas está regulado por las condiciones climáticas del medio. El período de desarrollo no varía considerablemente en temperaturas entre 15 y 25 °C, comparado con los datos observados a temperaturas constantes de 22 °C.  La mosca blanca vive entre 15 y 30 días.Tiene muchísima facilidad para reproducirse, pues su ciclo de reproducción es corto, dando varias generaciones en una sola temporada.